Un 28 de febrero
Sé que elegir con quién compartir tu vida no es algo sencillo. Hay quienes no encuentran a esa persona especial, por lo que es importante saber agradecer y valorar a quien tenemos a nuestro lado.
El pasado 28 de febrero, mi esposa me demostró, una vez más, que ella es la persona ideal. No solo porque me hizo un presente por nuestro cumplemes, sino porque es quien, sin juzgarme, ha sabido comprenderme, entendiendo y respetando mis pasiones. Es quien me apoya en todas mis ideas, incluso en las más descabelladas.
Me siento orgulloso de lo talentosa que es y la amo por su atención al detalle y su entrega como madre.
Volviendo a lo que pasó el 28 de febrero, su regalo esta vez fue un artículo de uso diario: una botella tomatodo. Pero no era cualquier tomatodo, sino uno que está decorado con su conocimiento en diseño y su creatividad sin límites. Sublimó en él un collage de imágenes con escenas de One Piece, el manga y anime del maestro Eiichirō Oda que tanto me gusta. Sin duda, una verdadera maravilla.
Este tomatodo representa para mí el respeto que ella tiene hacia mis gustos. Y recalco esto porque, en relaciones pasadas, siempre tuve miedo de mostrarme tal como soy para no ser rechazado por este tipo de cosas. Hoy, con estas demostraciones de afecto tan significativas, sé que he elegido a la persona correcta. Eso es lo que simboliza el tomatodo.
Sin embargo, desde que tengo uso de razón, no recuerdo cuál fue mi primer regalo. Sí recuerdo algunos de cumpleaños y, quizás, de Navidad, pero nunca el primero.
Una vez, siendo muy pequeño, rechacé de muy mala manera —y sí recuerdo esa actitud— unos shorts que mi tía, la hermana de mi mamá, confeccionó con cariño para mí. Aquella vez hice una pataleta de niño maleducado, los tiré al piso y rompí el corazón de mi querida tía. Sé que era solo un niño que desconocía el valor de los regalos por su significado, pero ahora que entiendo lo valiosos que pueden ser, no justifico mi mal comportamiento en ese momento.
Por eso, hay regalos que van más allá de lo material y adquieren un significado mucho mayor. Al día de hoy , aprecio más los presentes hechos desde el corazón, aquellos que resaltan los gustos y pasiones de una persona y se convierten en recuerdos adornados con cariño y amor.
Como mi precioso tomatodo de One Piece…